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jueves, 7 de septiembre de 2017

Primer amor

Autor: Samuel Beckett
Género: Teatro / Novela corta
Año: 1945
Páginas: 47
País: Irlanda
Idioma: Francés
Traducción al español por Félix de Azúa
ISBN: 84-7223-026-0

De acuerdo a Félix Azúa traductor y escritor del prólogo de "Primer amor", el teatro es ése maravilloso lugar donde ocurre una neurósis colectiva, un momento de catársis donde el público puede encontrarse consigo mismo y ver su realidad reflejada sobre un escenario, como dice Shakespeare, "es el reflejo de la naturaleza humana" o Nicolás Gogol "es el espejo de la realidad". Ésta característica del teatro ha logrado causar cierta gracia, confrontación y simpatía entre sus asistentes, pues es ahí. donde dice Azúa que el teatro logra su cometido y ocurre la comedia, ahí donde hay una risa colectiva y contagiosa, o cuando a uno de los asistentes se les forma una sonrisa boba en medio de la cara.
Pues bien, "Primer Amor" obra escrita por Beckett finalizada la Segunda Guerra Mundial nos muestra a un hombre que se encuentra visitado la tumba de su padre y con una narración en primera persona en la cual nos cuenta que el día de la muerte de su padre fue el mismo día de su matrimonio que, por supuesto recuerda bien esa fecha y que la recuerda con cierto tono agridulce. De igual modo, el hombre continua su narración contando que un día conoció a una mujer bizca en un banca de su ciudad, mientras él estaba sentado, aquella mujer se sentó al lado de él y lo invitó a su casa. Aquí, el hombre conoce a aquella mujer, la cual es poco agraciada; sin embargo, el hombre tiene intimidad con aquella mujer y la deja en embarazo. Ante la noticia, el hombre se encuentra perplejo y duda de los acontecimientos que están ocurriendo en la casa de aquella mujer.
Es así como la obra de Beckett, de acuerdo a Azúa, tiene cierto tono trágico por lo que no se cuenta y un tono hilarante de comedia por lo que se dice. Desde mi perspectiva, el texto de Beckett cuenta la historia de un hombre que se encuentra en un cementerio y cuenta cómo fue su primer amor, y que dista de todo ideal romántico y colorido que cualquier lector desprevenido pudiera tener sobre la primera impresión del título. Sin embargo, es un poco difícil de entrever lo cómico e hilarante, de lo cual habla Félix Azúa pues el texto sólo nos remite a la narración de los sucesos del hombre. Trágicos o no, eso lo decide el púbico, pues el hombre parece contarlos con toda naturalidad y serenidad del mundo. Es ahí donde ocurre la magia de Beckett, pues aunque sólo sea una narración o un texto, es el lector que pasa a ser espectador de una interpretación propia del subconsciente y el imaginario la que pasa a representarse en la cabeza, por lo cual, el lector debe imaginarse a un hombre contando le ésa historia y, así, es como el lector/espectador va a entenderlo.
Por otra parte, es pertinente mencionar que el humor de Beckett es sutil, eso no quiere decir que sea delicado o superficial, por ejemplo, a momento en el cual el hombre cuenta cómo fue su primera relación sexual con la mujer, el lector/espectador ve una situación embarazosa y un poco incómoda, pero aún así, el lector sabe que el hombre lo va a hace, así no quiera. Y bueno, es así donde todos nos identificamos y, por supuesto, viendo una situación similar con un ojo externo causa un poco de gracia.
A causa de que el texto es escrito como un monólogo, es inevitable dejar de pensar en una puesta en escena. Por lo cual, Félix Azúa habla en repetidas ocasiones de lo que debería ser la puesta en escena de un monólogo de esta clase, por ejemplo, Azúa dice que la obra no puede parodiarse, pues no hay nada que parodiar, Beckett no está sobre sus personajes, por el contrario, los mira desde abajo con admiración, por otra parte, aunque lo interesante en la obra ocurre cuando el interprete lo llena de acciones, por ejemplo, de esas acciones de Beckett cargadas de silencio como las escritas en "Watt" o "Esperando a Godot" que son capaces de generar imágenes poéticas en el espectador, donde hay dos mensajes de acuerdo a Azúa "Un engaño que se ve y una verdad que se oculta" (Azúa, 1972 p. 10). 
P.S. ¿A qué se te asemeja la portada de libro?
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