Quiero empezar esta análisis afirmando que después de convivir por un determinado tiempo con una familia particular en la ciudad de Bogotá, saque unas posibles hipótesis y deducciones que están basadas en una leve introspección hecha por un observante.
La familia Pérez, vive en una apartamento normal, compuesto por tres habitaciones, sala comedor, cocina, dos baños, y un patio de ropas. Según la discutible definición que la RAE da acerca del concepto de familia, diremos que es un conjunto de ascendientes, descendientes, colaterales y afines de un linaje, que para los tiempos que corren, el concepto puede ampliarse y diversificarse; sin embargo, para nuestro caso, haremos uso de esta definición y diremos que la familia Pérez está compuesta por un líder o autoridad, su compañera; un colateral y su compañera, dos subordinados, uno en una linea ascendente por encima del otro, una mascota, y el primer retoño de la siguiente generación, que desciende de la primera linea de autoridad.
El comportamiento en familia se ve delimitado por los roles asignados por la sociedad que cada uno decide y quiere asumir, pues para efectos de igualdad, diremos que cualquiera de los individuos, está en condiciones de asumir un mando, o por lo contrario, que no haya ninguno. Lo más interesante en la familia Pérez, que al igual que los linajes hebreos, es el mayor quien tiene los derechos y autoridad sobre los demás, salvo sobre su colateral, que sin embargo, debe regirse sobre una orden superior.
Es así como la familia Pérez, que si bien, no está constituida de una manera convencional, se rige bajo los mismos parámetros que la sociedad convencional ordena. Ahora, si nos enfocamos en la familia como un cuerpo, diremos que todas las órdenes, funciones y actividades vitales, proceden de la cabeza, cuyas funciones son irreemplazables y están guiadas bajo el instinto, y es así, como los demás miembros del cuerpo obedecen.
Ahora, si los roles en la familia Pérez están delimitados por un orden jerárquico, todo es predecible y no hay un conflicto que desemboque este análisis poco común, pero aun así, para el ojo crítico del lector, debe intentar deducir la composición familiar de los individuos. Por lo cual, quiero enfocar mi atención, cuando la cabeza principal, metódica y pragmática se equivoca en sus órdenes.
Como individuos de una sociedad, y personas autónomas de tomar decisiones razonables dentro de un espacio tiempo coherente. Es así, que quiero enfocar mi primer hipótesis ¿Qué ocurre cuando la autoridad mayor falla? Es decir, cuando sus decisiones no son acertadas con respecto a sus subordinados. En un caso particular que pude observar, pude darme cuanta de la necesidad natural paternal y protectora que la cabeza ejerce sobre sus subordinados, pero aún así, desde la perspectiva de la cabeza, las decisiones de sus subordinados son incorrectas, por lo cual, no están en condiciones de tomarlas. Mi punto es, si la verdad está dicha sobre una autoridad absoluta, jamás habrá una evolución sobre quienes se ejerce la autoridad. Pues cada decisión que éstos últimos tomen va a ser delimitada por un juicio predeterminado.
Es decir, la familia Pérez, como toda familia, es una empresa en marcha o un grupo en movimiento, por o cual, es natural que las cosas se hagan como se hicieron en anteriores administraciones, más sin embargo, os tiempos cambian y teorías de grupos igualmente, por lo cual, los modelos jerárquicos y burocráticos de administración tienden ser reemplazados por nuevos modelos lineales y transversales, basados en la comunicación y la experimentación en el aprendizaje.
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