UNO DE ESOS VIAJES QUE SE VUELVEN AVENTURAS
Basado en el artículo de Patsy Rodenburg "El redescubrimiento de las voces perdidas" del libro "The Vocal Vision"
El día que inicié mi carrera como
actor en la escuela del Teatro Libre era un 8 de agosto de 2012, era miércoles.
Ese mismo día tuve mis primeras clases. La primera clase que recibí fue la Voz
con los instructores Fabián Martínez y Andrea García, lo que ellos nos
preguntaron al ingresar fue ¿Cuál es su expectativa con la clase de voz? Yo
respondí Quiero tener una actuación tan
épica que sea capaz de cambiar vidas y una voz tan poderosa que sea capaz de sacudir
al mundo. No sabía que me embarcaba en un viaje en la búsqueda del mejor
tesoro que alguien puede tener, uno mismo.
Conforme avanzaron las clases
empezó este viaje, aparentemente era muy sencillo y un tanto aburrido, pues
muchas veces no queremos volver a los inicios de nuestra vida, o simplemente
sea que no queremos encontrarnos con nuestro pasado. Lo fundamental de esta
primera etapa del viaje era encontrarnos a nosotros mismos para poder encontrar
nuestra voz, la cual es única e irrepetible, tanto como lo es nuestra huella
digital.
Este viaje que en un principio se
tornó lento y soporífero; más sin embargo, se convirtió en una interesante
aventura en busca de recuerdos olvidados, secretos y emociones empolvadas,
sensaciones con telarañas y un espíritu que en ocasiones se encuentra
moribundo; pero sobre todo este viaje me lleva a buscar mi voz perdida. Fue en
ese momento cuando entendí que mi viaje se transformó en una de esas aventuras
de cuentos que mi mamá me leía cuando era niño. Embarcarme en este viaje por
encontrarme a mí mismo me llevo a la aventura para desenterrar mi voz. En este
viaje los instructores nos recomendaron hacer una bitácora para registrar cada
movimiento y avance en nuestra búsqueda, aparte de esto yo decidí tomar fotos
de mi mente en cada parte del proceso y las plasmé en mi bitácora física.
Siento que el mapa que
los instructores de voz me han entregado ha sido efectivo. El mapa indicaba que
mi cuerpo esconde todos mis secretos y emociones intelectuales y espirituales,
por lo cual debía explorarlo, indicaba mucho juego, diversión y
actividades sico-físicas, de esta manera podría cruzar el
puente colgante de la incertidumbre y tirarme al profundo acantilado de la
respiración, debo confesar que me causó mucho miedo, pues tengo una enfermedad respiratoria que me atormenta (siento que
este problema de respiración es el causante de muchas cosas, pues de donde yo
vengo hace mucho frio y mi nariz vivía congestionada, por lo cual eran pocas
las veces que mi voz podía ser clara, y con el paso del tiempo me acostumbré a
hablar como si tuviera gripa). En el acantilado de la respiración sentí muchas
sensaciones, tantas, que me hacían llorar de impotencia; sin embargo, el mapa
era claro y decía que debía arrojarme y que una columna de aire me iba a
sostener para que nada malo me pase “¡El mapa está mal!” eso fue lo que pensé,
por lo cual decidí tomar un atajo, no me tiré del acantilado, sino que decidí
bajarlo con sumo cuidado (lo que no sabía era que no se puede bajar un
acantilado como bajar una montaña) por esto, mientras intentaba bajar, me
resbalé y caí al acantilado. El mapa no mentía. De repente una gran columna de
aire sostuvo mi cuerpo y le devolvió la vida y la sensación a muchas emociones
que había dejado de vive, era como estar enfrente de un ventilador gigante,
sentía que el aire llenaba todo mi cuerpo, sentía que podía volar, y de alguna
manera después de un tiempo, no quería aterrizar.
Being hurt |
Cuando por fin pude salir de la
selva, ya había terminado el año, y el mapa decía que debía avanzar. El mapa me
llevó por hermosas colinas del sur, donde había un majestuoso volcán y una
pequeña casita con una chimenea humeante, era mi hogar, por primera vez entendí
que el mapa no se equivocaba, me había llevado de regreso a mi familia para que
pudiera descansar y comer un poco.
Killing my-self |
Iniciando el año el mapa decía
que era hora de continuar mi viaje, así que salí de la hermosa casita con
chimenea humeante, deje atrás el imponente volcán y continué con mi camino. Lo
interesante de este viaje es que cuando siento que ya no puedo más, el mapa me
lleva siempre a un lugar de descanso, me deja ahí por un tiempo y me dice que
es hora de seguir, de igual manera, en todo momento aparecen extrañas creaturas
y nuevos puentes de incertidumbre y nuevos acantilados (eso me gusta, porque
hay acantilados muy grandes, y entre más grandes, más aire para volar).
El mapa parece que llega a su
final, la última parada es una enorme pradera con flores violetas, donde el sol
permanece siempre y nunca oscurece, el lugar es único, siento una paz y una tranquilidad increíble, el mapa indica
que mi viaje ha terminado, avanzo unos cuantos pasos y encuentro un gran árbol,
uno de esos que siempre quise escalar, miro en sus raíces y encuentro una
biblia, varias hojas de pergamino sueltas en las cuales escribía cuando tenía
13 años, un álbum de fotos y una nota escrita con tinta roja, decía que mi
viaje había terminado, que debía escarbar en la tierra hasta que terminaran las
raíces del gran roble, y que ahí encontraría mi voz. Ya sé donde esta mi voz,
ahora solo tengo que desenterrarla. ¿Hasta adonde llegan las raíces del roble?
¿Cuándo terminaré de
escarbar?
Ahora que sé donde se encuentra
mi voz es hora de desenterrarla, debo llegar a los orígenes de mi mismo y desenterrar
mi voz perdida. En este proceso siento que debo transformar mi manera de vivir,
y dejar a tras los malos hábitos que he acumulado por años.
Aunque los maestros de voz dicen
que no hay voces buenas ni malas, siento que mi voz es “diferentemente mala” no
me convenzo de que mi voz puede ser interesante (estoy en ese proceso para
escarbar hasta encontrar las raíces).
Light up the world |
Una vez haya encontrado mi voz
estoy seguro de que será una experiencia única, tanto como la del nacer, todas
las cosas viejas ya pasaron, ahora todas son nuevas, una voz libre, donde no tenga
que esforzarme por usarla como quiera, una voz sin pretensiones, sino una voz
real, sincera y verdadera, donde cada palabra que diga este llena de verdad y
poder (así sacudiré al mundo), la primera imagen que se me viene a la cabeza es
la de un viento recio, así creo que es mi verdadera voz, pronto la encontraré y
no dejaré que vuelva ser contaminada con las banalidades de este mundo.
Mi propósito fundamental con mi
voz es transformar al mundo con las palabras de verdad que salgan de mi boca,
devolverle el poder al lenguaje hablado y ser yo mismo.