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lunes, 18 de marzo de 2019

Artes Poéticas


Recuperado de ver sitio
Autor: Aristóteles y Horacio
Género: Filosofía 
Año: IV a.C.
País: Grecia
El libro comienza hablando sobre lo que es la poesía y la manera en la cual se debe hacer poesía. Los autores hablan de cuatro tipos de poesía inicialmente los cuales son la epopeya, la poesía trágica, la comedia y el ditirambo, y además, siendo la mimesis el componente común que tienen y cómo de esta mimesis surge la elocución, la tragedia, la comedia y la epopeya. “Así pues, son estas las diferencias que hago entre las artes en lo que se refiere a los medios de los cuales se valen para la mimesis” (Aristóteles y Horacio, 2003 p. 51). Por lo cual, inicialmente el arte poético se vale del canto, del verso y del ritmo cualidades inherentes al ser humano, por ejemplo, los niños aprenden por mímesis o el arte de la imitación, los comportamientos y costumbres de una sociedad, y es de éste arte de la imitación que los intérpretes de la poesía se valen para expresar un gozo o dicha exagerada o un evento catastrófico de una manera terrible.

            De igual manera, los autores plantean que la mímesis se desarrolla en tres etapas, la primera de ellas es los medios de imitación, que son la poesía y los cantos que surgen de manera espontánea en celebraciones populares a las afueras de Atenas o en pequeñas comunidades de Sicilia. La segunda etapa la constituye el objeto de imitación que es la vida de las personas, estos sucesos surgen de la cotidianidad de la gente, pero la poesía no representa los actos cotidianos vulgares y grotescos de los hombres, de esto se encarga la comedia; y la tragedia, por otro lado, se encarga de representar los hechos trágicos de héroes que por un grave error caen en desgracia. Finalmente, la tercera etapa de la mímesis es el modo de imitación que es a través de los yambos (la medida en la cual los poetas componen sus versos), la elocución que “es la comunicación por medio de palabras, lo cual tiene el mismo efecto en verso en prosa”. (Aristóteles y Horacio, 2003 p. 67), la comedia y la tragedia.
            Ahora bien, las representaciones poéticas surgen de la improvisación “desde el principio, los por naturaleza dotados especialmente para esas cosas, avanzando poco a poco, hicieron nacer la poesía partiendo de las improvisaciones” (Aristóteles y Horacio, 2003 p. 57), pues la poesía surge de lo que hablan los hombres y cómo hablan los hombres, es aquí cuando los versos encuentran una medida.
En la medida que la poesía comienza a hacerse más popular, más escritores y personas quieren ser parte de ella y empiezan a escribir versos, comedias y tragedias; siendo los anteriores modos de imitación gran parte del discurso de Aristóteles y Horacio; por ejemplo, los autores afirman que lo más importante en la escritura y representación de la poesía, y sus modos de representación, es la fábula que se define como “la composición de los hechos, y caracteres” (Aristóteles y Horacio, 2003 p. 63). Es decir, lo más importante es lo que se quiere contar, el mensaje a través de hechos contundentes, es más, Aristóteles y Horacio definen la buena o la mala poesía por la manera en la cual se exponen los hechos. “La más importante de estas partes es la organización de los hechos, pues la tragedia es mimesis no de hombres, sino de acciones y de vida” (Aristóteles y Horacio, 2003 p. 65).
En continuidad, los autores hablan de la tragedia y de los hechos graves que llevan a los héroes a recibir un cruel destino del cual no pueden escapar, es así como se habla de grandes héroes griegos como Odiseo, Orestes, Ifigenia, entre los más destacados por los autores, siendo ellos quienes exponen las razones por las cuales éstos personajes trágicos son grandes y por qué los sucesos o hechos que ocurren en sus vidas son trascendentales y trágicos
Por consiguiente, no actúan para mimetizar los caracteres, sino que abarcan los caracteres por medio de las acciones; de manera que los hechos y la fábula son el fin de la tragedia y el fin es lo más importante de todo. (Aristóteles y Horacio, 2003 p. 65).  
Como consecuencia, el arte de la tragedia es saber construir buenas fábulas, pues de ellas depende que logre el efecto esperado “seducir el alma” (Aristóteles y Horacio, 2003 p. 65). Los autores dedican el resto de su escrito para hablar sobre la composición de la tragedia como lo es la peripecia, el episodio, el reconocimiento y el acontecimiento.
“Pues la fuerza de la tragedia existe sin enfrentamiento en escena y sin actores, e incluso añadiría que con respecto a la representación de los espectáculos es más importante la técnica del que hace los accesorios del montaje que la de los poetas”. (Aristóteles y Horacio, 2003 p. 67).
Es así como para los autores es más importantes el qué que el cómo, es decir, es más importante el suceso que la manera en la cual se transmite el suceso, y este suceso no debe empezar en un lugar al azar debe tener cambios de acciones con sentido contrario (peripecias) como cuando Edipo recibe al mensajero diciéndole que Pólibo y Mérope no son sus padres, por lo cual él debe alegrarse pues ellos han muerto y puede ocupar el reino de Corinto, éste hecho debería alegrar a Edipo, pero por el contrario lo entristece porque esto significa que cumple su destino vaticinado que era casarse con su propia madre y engendrar en ella. También los sucesos deben contar con el reconocimiento como cuando Orestes es reconocido por su hermana Ifigenia, el acontecimiento patético que “es una acción que hace morir o sufrir, como las muertes en escena, los dolores vivísimos, las heridas y demás cosas de este tipo” (Aristóteles y Horacio, 2003 p. 81).
Finalmente, los autores hablan sobre otros partes que también componen la tragedia como “prólogo, episodio, éxodo y coral, que a su vez se divide en párodos y estásimo” (Aristóteles y Horacio, 2003 p. 83), y de cómo la tragedia se asimila a la pintura, por lo cual es menester de quienes escriben la tragedia hacer buenas obras de arte como una mímesis contundente “Y puesto que la tragedia es mimesis de seres mejores que nosotros, es preciso mimetizar a buenos retratistas” (Aristóteles y Horacio, 2003 p. 95)


Referencia bibliográfica
Aristóteles y Horacio. Artes poéticas. Ed. Aníbal González. España: Visor libros. Recuperado de https://alojamientos.uva.es/guia_docente/uploads/2013/440/41702/1/Documento.pdf







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